domingo, 8 de junho de 2014

MÍMESIS PERFECTA


   Llevamos mucho tiempo sin escribir en el blog, pero tienen que entender el parón obligatorio de los exámenes, y sobre todo la misión secreta encomendada al G.P. desde la Moncloa conocida con el código de Elephant´s fall (como en este país los políticos son tan burros con los idiomas, han decidido ponerlo en inglés, y así no se entera nadie). La misión no era ni más ni menos que  convencer al rey Borbón (porrom-pom-pom) para asumir la jubilación. Aunque no puedo hablar demasiado de ello (todavía es secreto de estado), sí les puedo asegurar que esto nos ha llevado tal cantidad de horas de conversación con los jefazos, tales dolores de cabeza y tantas dudas e intrigas palaciegas, que no tenia tiempo ni para salir un rato al campo y mucho menos detenerse a escribir en este rincón de la galaxia. Afortunadamente, todo salió bien y el viejo rey ha aceptado marcharse con bombo y platillo, como no podía ser menos. Yo, por mi parte, recibí una invitación para cazar rinocerontes y elefantes en Kenya, cosa que naturalmente rechacé de inmediato por motivos obvios.

     En fin, de vuelta al pequeño pueblo que es Cáceres (y sin haber salido nunca de él) fui a investigar el pequeño incendio del cerro Cabezarrubia, ocurrido hace tres semanas, y entre el inmenso pastizal seco y quemado me encontré con alguna sorpresa inesperada, agradable. Entre ellas, este magnífico langosto completamente mimetizado con el ambiente en el que se movía, buscando las pocas plantas verdes que quedan por la ladera. Habitualmente los langostos los vemos con colores grisáceos, pardos o verdosos, acordes con el ambiente en el que suelen moverse. Sin embargo, la extrema sequedad de la zona ha modificado ya el paisaje hacia el estío y este langosto nuestro no ha hecho otra cosa que adaptarse. Tal era la mímesis que bastaba con que diese un diminuto salto a otra parte, huyendo de nuestra cámara, para tener que buscarlo detenidamente durante un rato. Cuando llegué a casa y enseñé encantado las fotos a Inma, esta solo contestó con "qué asco". Inma es una fanática de Frank de la Jungla y puede tener ocho horas la televisión encendida con este señor mostrando bichos raros, pero cuando le traemos un renacuajo a casa amenaza con tirarlo por el desagüe. En fin, que el campo, para verlo en la tele y poco más. Contradicciones de la vida civilizada en la que nos toca vivir. Prometo que otro día hablaré de mi magnífica misión con la Casa Real. Another day.

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