sábado, 10 de setembro de 2016

ROCAS DE LA CATEDRAL DE PLASENCIA

Capiteles con decoración vegetal y diamantes.
Tradición románica que tarda en desaparecer en Plasencia.
La tradición moderna. Soporte plateresco del XVI.
    De forma algo perezosa retornamos a nuestro blog, después de haber estado dedicados el último mes de agosto casi exclusivamente a unos exámenes de psicología que han dado muchas preocupaciones al GP y estar escribiendo sobre otras cosas.  Y empezamos desde el momento en el que salimos de la última prueba de psicología de las emociones, en el mismo auditorio de Santa Clara. Ya hacía algún tiempo que habíamos visto algunas piedras interesantes que podemos encontrar en los muros de esta vieja ciudad, y aprovechando que estab.
     Desde un sentido histórico, Plasencia es la ciudad más castellana, o "cristiana vieja" de toda la región: no hay signos romanos ni musulmanes en ella, como sí ocurre en Cáceres, Mérida, Trujillo o Coria, y sí corresponde con las ciudades fundadas por los cristianos con el empuje de la Reconquista sobre tierras sin población islámica relevante. Plasencia es así una 
Materiales diversos -diabásicos, los oscuros, graníticos,
los claros y algún esquisto en horizontal- en la
 muralla  de la catedral.
ciudad más parecida a las de la meseta castellana que a las propiamente extremeñas. Sus poderosas murallas con torres circulares son de impronta cristiana y la atmósfera románica se deja ver en algunas de las iglesias más importantes de la ciudad. De hecho, Plasencia hizo de frontera relativamente estable hasta el desmoronamiento del poder musulmán en la tercera década del siglo XIII. 
Harpías y angelotes: la moderno frente a lo medieval.
El triunfo de lo clásico: medallón a la usanza romana.
    El rey Alfonso VIII encontró un buen lugar para fundar la ciudad. Cuando los maestros canteros empezaron a levantar las defensas de la ciudad y sus iglesias, se encontraron con un promontorio elevado fácil de defender, con un río limpio y fértiles tierras a su alrededor. Las piedras ayudaron también, con abundante granito hacia el norte de la ciudad y diabasas. Plasencia está justo encima del dique de diabasas que aparece intermitentemente con la FAP -falla Alentejo-Plasencia- y que podemos apreciar estupendamente en los lienzos de la muralla. Al mismo tiempo en sus alrededores nos encontramos con materiales muy diversos: esquistos mosqueados, grauwakas modificadas, granitos, diabasas y arcosas. Todas estas rocas se pueden ir encontrando incrustadas y utilizadas en diversos edificios de la ciudad, mostrando a veces muy buenos ejemplares. Quizás el entorno de la catedral sea el mejor para ver distintas rocas, aunque la cantería de la misma sea toda de un granito muy homogéneo y fino. Las pegmatitas y roche rock son frecuentes en otros edificios de la ciudad, como el auditorio de Santa Ana. 
      Ahora me van a permitir dos palabras de la catedral. De esta construcción la sensación que le queda a uno es lanzar un suspiro por lo que fue y dejó de ser, y por lo que pudo haber sido y nunca fue. Una catedral a medias de dos edificios magníficos en sus distintos estilos, pero truncados por la falta de predicción humana. La lucha entre lo "moderno" (el plateresco y el Renacimiento) y "lo viejo" (la tradición tardorrománica y gótica) puede dar la risa al hombre de hoy, que posiblemente solo ve piedras labradas; pero a finales del XV era un cambio en la cosmovisión del mundo y del hombre, al menos para el puñado de hombres que vivían alrededor de la catedral. Al final lo moderno no tuvo el suficiente empuje para destruir o sustituir todo lo viejo, y desde entonces nuestras ciudades vegetaron y se quedaron casi como estaban desde finales del siglo XVI. Lo moderno se convirtió en aguas del pasado. 
     Puestos a elegir entre ambas posiciones, al GP le gustan las cosas arcaicas, y aunque la impresionante y majestuosa planta de salón de la catedral nueva es un alarde arquitectónico del Renacimiento, le habría gustado más conocer cómo fue la modesta catedral medieval. Al menos, nos queda de ese regusto medieval, mágico y lejano, de la sala capitular y la puerta de la catedral vieja, tan típico cuanto más al norte del país estamos. 


Bolos típicos de diabasa emergiendo
al lado de las murallas


Punto kilométrico de la antigua nacional 630,
justo donde aparecen las diabasas de la FAP

Los arquivoltas y arcos de medio punto románicos
delatan el gusto arcaico de la catedral vieja, ya
de principios del siglo XIII.
Figuras antropomorfas románicas en granito,
fachada de la catedral vieja, siglo XIII. Al GP
le gusta más que el plateresco. 


   Materiales visibles en el mapa geológico de Magna50. Los principales materiales petrológicos que podemos encontrar en Plasencia: granito (en naranja), grauwakas y esquistos (en rosado), esquistos mosqueados sometidos a metamorfismo de contacto (morado). El azul y amarillo corresponden a arenas, arcosas y materiales aluviales. Por último el trazo negro más ancho corresponde al dique de diabasas que atraviesa justo la ciudad. Se puede observar el desplazamiento de materiales de varios kilómetros ocasionado por la FAP en la discontinuidad de la franja de metamorfismo de contacto (parte morada). Esto también es muy reconocile en Cañaveral. 

Desde el claustro, se avista la cúpula de la sala
capitular. Son pocos los templos con esta cúpula:
Évora, Toro, Zamora y Salamanca. 
Bonitos cristales de turmalina en filón pegmatítco,
en un bloque del auditorio de Santa Ana.

1 comentário:

  1. ¡ Que interesante ! Desde pequeña Plasencia fué y es mi ciudad. Besitos.

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